SOBRE LA CRISIS
Crisis. Seguimos en crisis. Con la crisis amenazante. Con la crisis a cuestas. Atrapados por la crisis. Oír la palabra crisis es pensar en negativo acerca de economía, sociedad del bienestar, derechos adquiridos, paro, dificultades económicas. Supone incertidumbre, angustia, desazón… Sí. Es cierto. Estamos inmersos en una crisis con consecuencias desconocidas. Zarandeados por la crisis. Pero no vencidos. Nada podrá vencer a los que tenemos nuestra confianza puesta en el Señor. Las palabras del profeta Isaías tal vez nos ayuden a tomar otra perspectiva: Se cansan los muchachos, se fatigan. Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, les nacen alas como de águilas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse. Isaías 40, 30-31. ¿Por qué no adoptar esta actitud ante la adversidad? Nada de cansancio, de pesimismo, de derrotismo. Las cosas están mal. Sería necio negar que la situación es grave. Repetirlo hasta la saciedad, jalearlo culpando a unos u otros es suicida.
Ante una situación alarmante hay tres actitudes: quedarse paralizado, bloqueado sin reaccionar. La segunda sería desesperarse, lamentarse, recrearse en el dolor, proyectar la agresividad en los que consideramos culpables. Hay otra actitud: analizar, trabajar y confiar.
Es hora de que los que nos decimos “creyentes” dejemos de contagiarnos de ese pesimismo que conduce al sinsentido de la vida. Es hora de que los que pretendemos vivir el evangelio adoptemos una postura esperanzada, confiada, crítica con las causas que la han originado, pero sin acritud hacia los que nos presentan como causantes. Porque si ahondamos en las causas, tal vez descubramos que tú y yo hemos colaborado en el desarrollo de esta crisis.
Es hora de unir, no de dividir. De creer que unidos podremos salir todos. Divididos, solo los poderosos. Es hora de plantar cara al fatalismo. Los cristianos sabemos que nuestro Dios vive en medio de nosotros, que su Espíritu ilumina nuestra mente y nos hace inasequibles al desaliento, que viviendo como Él vivió empezará una nueva era una nueva humanidad, saldremos de la crisis que estamos sufriendo los afortunados que vivimos en el idolatrado primer mundo.
Pero con nosotros también tienen que salir de la crisis los desafortunados miles de millones de hermanos nuestros que viven en una degradante crisis permanente, invisibles para los mercados internacionales, ignorados por las grandes fortunas, ayudados vagamente por los más concienciados. Si no, volverá a iniciarse el ciclo de otra crisis. Porque no nos engañemos: en el origen de esta crisis económica hay una anulación de los valores que humanizan la sociedad. Nuestro mundo sobrevivirá si está solidariamente globalizado. De lo contrario, nos encontraríamos ante el fin de nuestra civilización.
SIQUEM GCT. MLB
De la Oración ¿ES A MÍ? 09-06-2012
Todos estamos llamados a llenar esta Tierra de la Vida de Dios. Llenar este mundo de esperanza, de alegría. Hay dolor, hay sufrimiento, pero todo es soportable si sabemos que nos sostiene nuestro Dios, si tenemos la certeza de que todo entra en sus planes, de que todo es Providencia.
Podemos no entender una desgracia personal, familiar, una tragedia social. Nos preguntamos el porqué, protestamos airados, nos cuesta, asumirlo. Pero si creemos que Él nos cuida, nos fiamos. Sé de quién me he fiado, decimos como san Pablo, por eso la desesperación no nos invade, ni la angustia, ni los miedos, ni la enfermedad. Los que creemos en Jesús, esto lo sabemos. Y todas nuestras experiencias las contemplamos desde la perspectiva de Dios.
Pero…¿y los que no creen? Ellos sufren sin esperanza. Son pobres, muy pobres, les falta Dios, que es la mayor riqueza. ¿No tienen ellos derecho a conocer a nuestro Dios, a tener la experiencia de la BUENA NOTICIA de Jesús? ¿Seremos capaces de condenarles a esta pobreza? La respuesta está en nuestras manos. Depende de nosotros, exclusivamente de nosotros. Proponer el evangelio a tiempo y a destiempo, como decía Pablo. Con palabras nuevas, de forma nueva, con estilo de vida renovado, con fuego nuevo. Y ¡ay de mí!, si no anuncio el Evangelio que Dios me confió.
SIQUEM GCT
¡HA RESUCITADO! ¡VIVE ENTRE NOSOTROS! ¿A QUÉ ESPERAMOS?
Nuestro Dios no está muerto ¡Él vive! ¡Vive en medio de nosotros! ¡Jesús ha resucitado!
Venció a la oscuridad que llena la Tierra. Venció a la tiniebla que ciega al hombre. Venció al Mal con nombres de egoísmo, de violencia, de odio y rencor, de mentira y falsedad.Venció a la Muerte, que es negación, anulación, vacío, nada.
¡Que toda la Tierra se alegre! Que todo el que crea en Él salga de su Yo y anuncie sin temor que una Nueva Vida ha comenzado.
Que todo el que se dice “cristiano” refleje Su Luz para que todos puedan conocer cómo es el Dios de Jesús, quién es Jesús Resucitado.
Nuestro Dios es un Dios de Vida, no de Muerte.
Nuestro Dios es un Dios de Alegría, no de miedos y temores. Nuestro Dios es un Dios de Paz, no de violencia. Nuestro Dios es un Dios-Amor, no es un Dios justiciero, vengativo, que lleva cuentas de nuestras infidelidades. Nuestro Dios ama siempre, a todos, incondicionalmente. No se cansa de amar a los que le aman y a los que le rechazan. No se cansa de esperar a los que se han alejado. No se cansa de perdonar a los que han mostrado su rostro desfigurado.
¿Alguien puede rechazar a un Dios así? ¿Alguien puede negarse a ser amado por nuestro Dios?
Una nueva vida ha comenzado. Podemos llenar la Tierra de Esperanza. Tenemos que llenar la Tierra de Amor. Es hora de llenar la Tierra de Alegría. ¿A qué esperamos?
SIQUEM GCT. MLB
CUARESMA, TIEMPO DE ALEGRÍA
De nuevo, en Cuaresma. Cuarenta días para ponernos en forma… para la gran fiesta de los cristianos.
Hace una semana, fiestas de carnaval, el entierro de la sardina… Mensajes y más mensajes para hacernos creer que los «aguafiestas» de los cristianos entramos en un periodo de tristeza, que la Cuaresma es un paréntesis para la alegría. ¡Qué equivocados están! Porque CUARESMA=ALEGRÍA.
En Cuaresma se nos invita a remodelar la persona. No el físico, para eso tenemos desde principios de enero hasta la primavera. No, la remodelación va más allá. Es una invitación a desprendernos de esas capas que se adhieren a nuestro ser y nos deforman. Nos convierten en personas contrahechas, avejentadas, cargadas no de años, sino de desencanto, de desesperanza, de hastío, de rencor, de envidia, de egoísmo, de… de…
Es un tiempo para rejuvenecernos, para hacernos personas nuevas. ¿Un proceso complicado? Para el que quiere ser eternamente joven ¿algo le puede hacer renunciar a su objetivo? Unas pistas servirán para que cada uno profundice en la medida que lo necesite.
En primer lugar, un análisis reflexivo para examinar qué me sobra para recuperar la juventud interior. Necesario para todos: adolescentes, jóvenes, mayores, mayores con mucha juventud acumulada… ¿Tal vez me sobran esas capas mencionadas antes? ¿O esas cadenas que me atan a lo «políticamente correcto», a lo «socialmente aceptado»? ¿O quizá es ese conformismo que me hace creer que es imposible transformar en nuevo lo viejo?
Después, un planteamiento sincero. ¿Qué necesito para rejuvenecer mi interior? ¿Quién me puede aportar la energía necesaria? Nada mejor que mirarme en el espejo de la Palabra de Dios. ¿Mi vida refleja lo que leo en la Palabra? ¿O cuando otros contemplan mi vida, queda la Palabra distorsionada? Escuchar, leer, meditar la Palabra. La Palabra que todo lo transforma, que hace nueva la mente y nuevo el corazón. La Palabra que aporta la fuerza necesaria para renovarnos desde dentro ¡con alegría!
Por último: la juventud es un estado en el que se desborda energía. Un espíritu joven derrocha energía… para compartirla. Compartir mi tiempo, mi alegría, mis ilusiones, mis esperanzas, mis talentos, mi capacidad de escucha, mis bienes… lo que soy y lo que tengo. Hay tanta gente que necesita de cada uno de nosotros… Compartir la Vida que he descubierto en la Palabra. Hay tantos que viven sin vida… ¿Puede nuestro ser renovado, rejuvenecido permanecer pasivo ante tanto sufrimiento, ante tanta necesidad?
¿Dónde está la tristeza de la Cuaresma? ¿Es triste rejuvenecer, hacerse un hombre nuevo?
Siendo seres nuevos, en la gran fiesta de los cristianos (la noche de Pascua), tendremos la oportunidad de encontrarnos con EL QUE TODO LO HACE NUEVO: con CRISTO RESUCITADO.
SIQUEM GCT. MLB
UNA PROPUESTA
Os estáis privando de conocer a un Dios que sólo busca vuestro bien, que os ofrece una alegría que no depende de las circunstancias, que os ama aunque le rechacéis, que quiere enseñaros a amar como Él: a todos, incansablemente… Un Dios que confía en vosotros, en cada uno de vosotros para transformar esta sociedad deshumanizada, insensible a vuestro sufrimiento y al dolor de tantas personas que sufren… Un Dios que os quiere regalar su Espíritu para llenaros de energía, de fuerza, de ilusión… ¿No creéis que merece la pena conocer a un Dios así? El Dios del que os hablo tiene predilección por los que sufren. Su nombre es JESÚS.
SIQUEM GCT. De UN FUEGO RENOVADOR. Palabras de Vicente a los jóvenes.
¿HEMOS DEVALUADO LA PALABRA?
La Palabra de Dios hoy está devaluada. ¿A quién le interesa? ¿Quién la toma en serio? Hay un fenómeno que me sorprende: pasamos la vida leyendo. Leemos con avidez los periódicos digitales, o de papel; leemos la crítica de cine o de teatro y tenemos en cuenta esa opinión; leemos la composición de los alimentos, las Kilocalorías, las grasas…y tomamos buena nota; aumentan los best seller, las revistas de coches, de moda, de belleza… y recordamos la información con todo lujo de detalles. Leemos la Palabrade Dios… ¡y al momento la hemos olvidado! ¡Ese es el valor que le damos a la Palabra!
SIQUEM GCT. De MISIÓN SIN PRECEDENTES. PABLO DE TARSO
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